No existe rival para el delicioso sabor de un tomate fresco casero, directo de la planta.
Su sabor es superior a los tomates blandos que se ofrecen en los supermercados… y son tan fáciles de cultivar!
Existe una gran variedad de semillas de tomate y plantas de tomate, disponibles para la venta. Con tantas variedades disponibles de tomate, desde los pequeños tomates cherry hasta los grandes tomates manzanos, todos son ideales para ser sembrados en jardines de cualquier tamaño; incluyendo patios, balcones, macetas de ventana e incluso cestas colgantes. Con nuestra guía de cultivo, aprenderá a cultivar tomates con éxito.
Cultivo de plantas de tomate a partir de semillas es una gran manera de descubrir nuevas variedades. La semilla de tomate se siembra normalmente entre 6 y 8 semanas antes de la última fecha de las heladas (marzo / abril, en el hemisferio norte), aunque pueden sembrarse antes, para el cultivos en invernadero.
Espolvoree semillas de tomate sobre la superficie de un compost de buena calidad
. Cubra la semilla con aproximadamente 1,5 mm de compost y humedezca ligeramente. Si requiere unas pocas plantas, siembre dos semillas en una maceta de 7,5 cm (3 pulgadas) y después de la germinación retire la planta más pequeña.
Las semillas generalmente germinan en aproximadamente entre 7 y 14 días, a una temperatura de alrededor de 21º C. Mantenga el compost húmedo, pero tenga cuidado de no sobre saturarlos de agua, ya que un exceso de humedad pueden fomentar enfermedades.
Trasplante las plántulas de tomate a una maceta cuando éstas sean lo suficientemente grandes como para manejarlas, teniendo cuidado de no tocar el tallo. Manipule las plantas por las hojas y proceda a traspasarlas cuidadosamente a recipientes de unos 7.5cm. Tenga cuidado de no exponer las plantas a las heladas, vientos fríos y corrientes de aire ya que ello podría matarlas.
Los tomates necesitan una gran cantidad de agua y alimento para producir un buen fruto.
Riegue poco y a menudo para obtener los mejores resultados. Abone sus tomates con una solución líquida general hasta que note la formación de tallos bien definidos, alternando con una alta alimentación a base de potasio. Esto favorecerá el florecimiento y la producción de frutos.
Cultivando tomates en un invernadero.
El cultivo de tomates en invernaderos o interiores puede favorecer una cosecha más pronta. Existen variedades de tomates para ser cultivadas preferiblemente en invernaderos. Siémbrelas en recipientes de 7.5cm y preferiblemente a partir del mes de Febrero.
Trasplante las plántulas cuando tengan entre 15 y 20 cm de altura y las primeras flores estén comenzando a abrirse.
Si previamente a sembrado tomates en su invernadero, es mejor reemplazar o abonar la tierra antes de cultivar tomates en él otra vez. Esto ayudará a evitar que las plagas del suelo y las enfermedades de las raíces se conviertan en un problema. Antes de plantar, afloje la tierra con un rastrillo y aplique algo de fertilizante de propósito general.
Si cultiva los tomates en macetas o una bolsa del crecimiento, recuerde que requerirán mucho más riego y cuidado. Deje unos 45cm entre cada planta y unos 75cm entre las filas. Si utiliza bolsas de cultivo, no coloque más de dos plantas por bolsa.
Asegúrese de mantener ventilado el invernadero para reducir el riesgo de plagas y la aparición de enfermedades
. Los tomates prefieren una temperatura de 21 a 24 º y tendrán problemas con temperaturas por encima de los 27º C, o por debajo de 16º C
Cultivo de tomates en el exterior.
Cuando siembre tomates al aire libre, seleccione aquellas variedades recomendadas para ello. Espere unas 7 semanas antes de que se pronostique la última helada y proceda a sembrarlos como se indica en el paquete de las semillas, en recipientes de 7,5 cm.
Cuando el riesgo de heladas haya pasado, trasplante las plántulas cuando tengan entre 15 y 20cm de altura y las flores primeras flores comiencen a abrirse. Antes de plantar, are el suelo y aplique en un fertilizante de uso general. Los tomates suelen ser plantas hambrientas.
Entrenamiento o conducción de las plantas de tomate
El tutorado o conducción de las plantas de tomate dependerá de la variedad y tipo de tomates cultivados:
Indeterminado: son las variedades más comunes y se cultivan como cordones (plantas de un solo tallo con brotes laterales eliminados). Suelen crecer muy alto, hasta más de 2.5 metros en condiciones muy calientes.
Arbusto, o determinado: estas variedades dejan de crecer más pronto que las variedades indeterminadas con el tallo terminando en una racimo de frutos. Se les conoce como los tipos «arbusto» o «enano» (adecuados como tomates colgantes) y no requieren poda.
Semi-determinados: son semejantes a variedades indeterminadas (cultivadas como tallos), pero producen plantas menos altas.
En el caso de las variedades indeterminadas y semi-determinadas, ate las plantas a un soporte a medida que estas crecen.
Notará brotes laterales que aparecen donde las ramas se unen al tallo principal (la axila de la rama). Remueva regularmente estos brotes “pellizcándolos”. Ello concentrará la energía de la planta en la producción de los frutos.
Cuando el tallo haya alcanzado la parte superior de su soporte, corte la punta del tallo principal 2 hojas por encima del racimo superior de flores. Para obtener la mejor fruta de calidad, es mejor no dejar que se formen más de 6 racimos en cada. Si la planta no ha alcanzado la parte superior de su soporte a finales del verano, corte la punta principal de todos modos, para permitir que los frutos puedan para madurar.cultivar tomates
Las variedades de tomate determinadas (de arbusto o tipo enanos) no requieren ninguna poda o tutorado y suelen extenderse a lo largo del suelo o maceta en los que están que están creciendo. El crecimiento vertical puede favorecerse conduciendo la planta de tomate al fijar hacia arriba su rama más alta.
Uno de los problemas más comunes que se presenta durante el cultivo de tomates es el tizón del tomate, que se propaga rápidamente a través de la planta en climas húmedos.
causando la una decadencia en la producción de frutos y la muerte de la planta. El síntoma principal es la aparición de manchas o parches marrones diversos sitios del tallo o ramas las partes de la planta. Esta enfermedad es mucho más común en los tomates que crecen en exteriores que los tomates que crecen en un invernadero. Puede prevenirse esta infección rociando las plantas con una mezcla de agua y sulfato de cobre, a principios de verano.
Problemas de los frutos del cultivar tomates.
La mayoría de los problemas en los frutos del tomate son causados por un riego irregular. Los ejemplos incluyen parches oscuros en la base de la fruta, lo que resulta más común si la planta se siembra en una bolsa de cultivo. La clave es dar a sus tomates una cantidad uniforme, regular de agua en la base de la planta. La aplicación de demasiada agua suele ser el problema en la mayoría de los casos, especialmente con las plantas crecidas en macetas y bolsas.
Otros problemas tienden a ser causados por demasiada luz solar directa. Los tomates necesitan una alta intensidad de luz para crecer bien, pero demasiada luz puede causar escaldaduras o manchas en los frutos en desarrollo, dejando la fruta madura con un área verde dura en sus «hombros». Si se presenta este problema, aumente el potasio en el régimen de alimentación de las plantas y use una malla para sombreado como cobertura durante la parte más caliente del día.
Plagas de insectos cultivar tomates
Como con la mayoría de las plantas, las moscas verdes y blancas suelen propagar virus. Rocíe con un insecticida recomendado tan pronto como se note cualquier plaga. Para la jardinería orgánica, utilice un control natural de plagas. Plantar caléndulas y flores similares atraerán insectos beneficiosos que comerán las plagas.
Problemas con las hojas
Si una coloración amarillenta en las hojas comienza a notarse en las hojas más viejas y se mueve hacia arriba, podría no ser un virus sino una deficiencia de magnesio. Es un problema común que no es grave. Esto puede remediarse con el uso de una alimentación especial de ser necesario.
También puede producirse un enrollamiento o rizado de las hojas. Ello puede ser causado por los áfidos que succionan la savia de las hojas. Si no hay signos de insectos, entonces es más probable se deba a bajas temperaturas durante la noche (más notable a principios de verano) y esto no debería causar preocupación. Si observa algo inusual que afecta tanto a las hojas más jóvenes como a las más viejas, como los patrones de mosaico, o rayas distorsionadas en la superficie de las hojas, las plantas podrían tener un virus.
Si considera que sus tomates puedan tener un virus, la planta o plantas deben ser removidas y destruidas ya que no hay cura para los virus. Evite manipular otros tomates o utilizar las mismas herramientas en sus tomates hasta que las herramientas hayan sido esterilizadas a fondo y sus manos lavadas en agua jabonosa caliente.
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